Friday, April 29, 2016

Programa de Catequesis de Confirmación de Holy Family Parish, New Mexico (Estados Unidos)

Grupo de Jóvenes de Confirmación (primer año)
Cliquea en las imágenes para acceder al Programa de Catequesis

Grupo de Jóvenes de Confirmación (segundo año)

LifeTeen te dice por qué la pastoral de adolescentes de hace 20 años ya no funciona... y cómo actuar

Se ha celebrado en Barcelona (España) el encuentro europeo de Life Teen (www.lifeteen.es), un método de evangelización y pastoral juvenil y adolescente que nació en EEUU en 1985 y hoy está implantado en más de 1.600 parroquias de 30 países. Al encuentro acudieron unos 200 responsables de evangelización de adolescentes, entre ellos 40 sacerdotes y 10 religiosas.

"Creemos que los asistentes después de hacer una experiencia de Life Teen, se vuelven a sus hogares con muchas ideas en la cabeza, con nuevo ardor y con ganas de seguir evangelizando a los jóvenes", dice Jordi Massegú, el principal enlace y promotor de Life Teen en España. Life Teen trabaja con los adolescentes de 12 a 17 años, la edad en la que según las estadísticas la mayor parte de las personas en España dejan de acudir a la iglesia.

Un sacerdote de Tarragona comenta lo que ha sacado en claro: "Hasta ahora hablábamos a los jóvenes de Cristo. Ahora he visto que la clave es ayudar a que los jóvenes aprendan a hablarle y a escuchar a Cristo. Deben experimentar esa relación con Dios".

Life Teen pone a los jóvenes a rezar, a mantener un trato consciente con Dios. También transmite contenidos, pero en un formato muy corto y directo, con materiales preparados profesionalmente desde EEUU. "Creemos que la mayoría de los asistentes propondrán a sus párrocos, delegados u obispos poder empezar Life Teen en sus parroquias", afirma Massegú. Actualmente se imparte Life Teen en Tarrasa, Rubí, Valldoreix, Sant Cugat, en Madrid, en Getafe y se están iniciando experiencias en Tenerife y Cádiz, Valladolid, Ibiza y Navarra.

"Los responsables internacionales de Life Teen, Randy Raus, el presidente, y Steve Allgeyer, el vicepresidente de misiones, han acudido a Barcelona, han visto que hay entusiasmo en España y ayudarán a que haya cada vez más materiales en español, que harán más fácil este método para las parroquias", constata Massegú tras el encuentro.

Acudieron unos 200 responsables de pastoral de adolescentes y jóvenes al Encuentro Europeo de Life Teen en Barcelona

Randy Raus, presidente de Life Teen, respondió algunas preguntas que le planteó ReL sobre la evangelización y pastoral juvenil, a partir de su experiencia de 30 años en la primera línea evangelizadora y con los datos que tiene de varios países. Habla de tecnología, de cambios en las familias, y del "ministerio relacional", es decir, el contacto continuado, personal, del catequista con los chavales.

- ¿Evangelizar jóvenes y adolescentes es hoy distinto a como era hace 20 años? ¿Qué ha cambiado?
- Han cambiado al menos dos cosas importantes: la relación con la tecnología, y que las familias son más frágiles, menos presentes, y están mal catequizadas.

- ¿En qué afecta la tecnología?
- Los jóvenes pasan muchas horas en sus dispositivos móviles, que se han convertido en su forma primaria de comunicarse entre ellos, con el mundo ¡y con sus padres! La realidad es que los adolescentes y adultos están perdiendo su capacidad de comunicarse cara a cara. Están perdiendo las habilidades sociales para tratar a la persona que se sienta a su lado.

- ¿Y qué puede hacer el evangelizador?
- Como catequistas debemos usar más tecnología, con vídeos y apps interactivas para conectar con los jóvenes allí donde están. Por ejemplo, LifeTeen ha desarrollado una App llamada “Victory” diseñada para ayudarles contra la adicción a la pornografía. Ha sido muy eficaz en ayudar a los chicos. Podemos usar tecnología para llegar a ellos, y después, con el ministerio relacional y enfocándonos en los sacramentos, mantenerles conectados a la fe.

- ¿Y el papel de la familia?
- La otra cosa que ha cambiado son las dificultades en las familias. Ambos padres trabajan fuera de casa y hay una gran tasa de divorcio, eso tiene un efecto. Muchas familias simplemente no consiguen sentarse a comer juntos. Los adolescentes dicen en las encuestas que sus padres son los que más les influyen… pero no pasan tiempo con ellos.

» Además, muchos adultos no recibieron una buena catequesis, son padres que no se sienten cómodos hablando de su fe, así que tienden a evitar hablar de ella. Los chicos se preguntan entonces si la fe es aún importante para sus padres.

» LifeTeen ha desarrollado unos servicios de formación llamados “Parent Life” para ayudar a los padres a crecer en la fe. Mientras los chicos están en catequesis, los padres van a un sitio distinto en la parroquia a aprender también ellos de la fe.

Los hermanos Massegú, Jordi y Carla, están ayudando en la adaptación y traducción de las canciones que usa Life Teen; la música es muy importante en la evangelización de jóvenes

- ¿Hasta qué punto es importante la música en la evangelización y pastoral de jóvenes?
- La música es una parte vital de Life Teen. Los adolescentes escuchan unas 6 horas de música al día, los ves con los auriculares por todo el mundo. Se identifican en la música que está bien producida. Lo bueno es que hoy se produce mucha música católica de calidad, como Matt Maher y Audrey Assad, que a los adolescentes les encanta. La música de alabanza puede engrandecer una liturgia con adolescentes y ayudar a los jóvenes a tener experiencias de oración más profundas.

- Life Teen ha dado el salto de EEUU a Europa, y ya se está implantando en Irlanda, Escocia, Inglaterra, Holanda, ahora en España… ¿Qué cosas cambian según el país?
- Aunque la cultura y la Iglesia en cada país tenga diferencias, los jóvenes constatamos que son iguales. En todas partes plantean las mismas preguntas sobre la fe, sobre temas sociales como la atracción por el mismo sexo, el tener citas, sufrir acoso en el colegio, dudas sobre el futuro…

- ¿Hasta qué punto puede la parroquia evangelizar adolescentes? 
- Vemos a los adolescentes en España y nos inspira su entusiasmo y apertura a la fe. Los adolescentes simplemente necesitan que su parroquia sea de verdad acogedora para jóvenes. Life Teen puede ayudar a las parroquias a que no solo tengan un ministerio juvenil vibrante y acogedor, sino a que les dé una fe para toda la vida. Ya no basta con que los jóvenes sean simplemente católicos culturales, porque nacieron en ese ambiente. Es importante que los ayudemos a ser católicos intencionales, que viven su fe como discípulos misioneros.

El padre Abraham Cruz es uno de los grandes impulsores de Life Teen desde la parroquia de Cristo Sacerdote, en Madrid

- ¿Hasta qué punto puede aplicarse Life Teen en áreas rurales donde hay pocos jóvenes por parroquia?
- Hemos desarrollado un recurso llamado “Summit” (Cima) que es un recurso de discipulado para grupos pequeños basado en el leccionario. Funciona muy bien en parroquias rurales, más pequeñas, que quieren empezar un ministerio juvenil. Todos los recursos de Life Teen se pueden adaptar para trabajar en parroquias más pequeñas. El ministerio relacional con los adolescentes seguirá siendo la clave. Las parroquias pequeñas también pueden tener un ministerio juvenil potente, aunque sea con menos adolescentes.

- ¿Cuál es el error más común al intentar iniciar Life Teen en una parroquia?
- Un error que muchos cometen es intentar empezar sin haber conseguido tu “core team”, es decir, el equipo eficaz de personas que van a trabajar con los adolescentes. De verdad se necesita tiempo para reclutar a este equipo, y es un paso clave para poder llegar a los chicos. Es importante dedicar tiempo a buscar este “core team”.

- ¿Cuál es la forma práctica de implementar Life Teen en una parroquia en España?
- Hay que contactar con Jordi Massegú (jordi.massegu@gmail.com), que está en Terrassa y ayudará a las parroquias que quieran empezar. Life Teen tiene también una buena web, www.lifeteen.com, donde encontrarán más ideas. También hay una directora internacional, Marlo Dowdy, con la que pueden contactar y les ayudará directamente (en MDowdy@lifeteen.com). Jordi o Marlo guiarán a la parroquia en los pasos para empezar a usar Life Teen.

Lista de temas del encuentro LifeTeen Europe 2016 en Barcelona
-Cómo empezar Life Teen en mi parroquia
-Como preparar una sesión de LifeTeen
-Cómo conseguir un equipo de catequistas
-Cómo dinamizar los grupos pequeños
-Cómo mejorar mis charlas
-Cómo relacionarme con mis jóvenes
-La importancia del “ministerio relacional”
-Cómo hablar a los jóvenes en su lenguaje
-Los jóvenes y las redes sociales
-Cómo crear comunidad de jóvenes
-Eucaristía y música para jóvenes: adoraciones vivenciales
-La misa joven
-Cómo puede rezar mi grupo de jóvenes
-Música que ayude a alabar y a rezar
-Cómo interpretar la música en las Misas y Adoraciones

Celebración del sacramento de la reconciliación

El primer sábado de febrero celebramos el sacramento de la reconciliación con los jóvenes que están preparándose para ser confirmados. El sacramento se celebró en el marco de un retiro espiritual (de 9 de la mañana a 6 de la tarde). Al final del día nos reunimos con los miembros de la parroquia para celebrar el sacramento de la Eucaristía.

¿Se confiesan a menudo los jóvenes?

La celebración del sacramento de la reconciliación no es algo en lo que nuestros jóvenes participen a menudo. La mayoría de ellos se confiesan una vez al año. Algunos no se habían confesado desde la primera comunión. Solo unos pocos se confiesan regularmente.

Importancia de enmarcar el sacramento de la reconciliación en un día de retiro espiritual

La celebración del sacramento de la reconciliación vino precedida por una introducción de aprox. 20 minutos de duración, al final de la cual hubo turno de preguntas y algunos catequistas ofrecieron su testimonio sobre como ellos viven este sacramento. El sacerdote había ofrecido su testimonio con anterioridad.

Para muchos de nuestros jóvenes este sacramento en lugar de una celebración es una penitencia. Así es como a menudo se lo han explicado y así es como ellos lo viven. La coordinadora de la catequesis de confirmación había escogido para la introducción este título: "La Alegría del Perdón".

Algunos jóvenes no tienen muy claro esto de la confesión y se resisten a decir sus pecados "a un hombre". Aquí podemos notar la influencia de algunos grupos evangélicos muy arraigados en nuestro vecindario. Por esto, creemos que no podemos dejar la celebración de este sacramento a la espontaneidad del momento. Este es un sacramento tan importante como los demás y debe prepararse con esmero.

Introducción al sacramento de la reconciliación para jóvenes

Varios son los puntos que me gusta resaltar, siempre teniendo nuestras experiencias como punto de partida.

Primer punto:
la humildad,

1. Vivimos en una sociedad en que la humildad se nota por su ausencia. Los fuertes imponen sus criterios y prioridades. Tristemente podemos decir que la autoridad y el poder no entienden mucho de humildad. Por otro lado, muchos débiles prefieren el ojo por ojo y el diente por diente. Su modo de entender la justicia se parece más al desquite y la revancha que a la búsqueda del perdón y la reconciliación. Sin embargo, es necesario ser humilde para tener una imagen bien enfocada de nosotros mismos porque sin humildad nos creemos que no necesitamos de los demás.

2. La persona humilde reconoce sus fracasos, faltas, ansiedades y pecados. Por eso, la humildad nos ayuda a ser sabios y tal vez hasta inteligentes.

3. La persona humilde reconoce que necesita de los demás, que no debe aislarse y depender de si mismo/a; esto no es humano y, mucho menos, cristiano.

4. El sacramento del perdón y la reconciliación nos invita y nos enseña a ser humildes porque reconocer nuestras debilidades es un acto de humildad.

Segundo punto: 
Aprender a perdonar en familia y en el hogar

5. Padres y catequistas deben saber que el mejor lugar para aprender a perdonar y a pedir perdón es el hogar, la familia. Si no aprendemos a perdonar en el hogar, cuesta mucho más aprender a perdonar en la iglesia o en cualquier otro lugar.

6. Las discusiones familiares son muy normales y hasta necesarias para conocernos como verdaderamente somos. No existen familias emocionalmente y espiritualmente sanas donde no se produzcan malentendidos y discusiones. El hogar es el primer lugar donde nos mostramos como somos, sin máscaras, con nuestra mejor y peor cara.

7. Por eso, es también en el hogar donde uno/a aprende a reconocer su orgullo, su egoismo, sus envidias, sus faltas. La persona que no aprende a pedir perdón y a perdonar en el seno de su familia crece con unas heridas que, aunque invisibles, condicionan su madurez emocional y espiritual.

Tercer punto:
Aprender a perdonar en la Iglesia

(Continuará)

Primera reunión con los jóvenes y sus familias


Sacramento de la Confirmación: grupo de jovenes

Este fin de semana tuvimos el primer encuentro con los jóvenes que se preparan para celebrar el Sacramento de Confirmación. La reunión duró dos horas (de 11:00 a 13:00) y sirvió para presentar el programa de confirmación a los jóvenes y a sus familias. Participaron: los jóvenes, sus padres y padrinos, los catequistas, la coordinadora del programa de formación, el párroco.

Oración:

Comenzamos el encuentro pidiendo al Espíritu Santo que renueve en cada uno de nosotros la llama de la vocación e identidad cristiana, para que seamos la persona, el hermano o la hermana, que estamos llamados a ser.

Presentación general:

Los participantes en la catequesis de confirmación recibieron el programa formativo y también informativo con:

a. La carta de nuestro arzobispo.
b. La Hoja-Aplicación del padrino/madrina con una explicación del compromiso que asumen.
c. Un menú con las actividades comunitarias y de servicio para los candidatos.
d. Un calendario con las fechas de entrega de la documentación (certificado de bautismo y primera comunión; carta al arzobispo; santo escogido; aplicación del padrino/madrina).
e. Un calendario (de agosto a abril) con las clases, actividades, retiros y liturgias.
f. Contrato que cada candidato debe firmar al inscribirse en la catequesis de confirmación.

La coordinadora del programa y el párroco explicaron a los candidatos y a sus familias el contenido del programa, respondiendo a las preguntas y escuchando los comentarios.

Calendario de catequesis, actividades de servicio, liturgias,
retiros y celebraciones:

Algo que siempre me produce una gran alegría debido al esfuerzo de coordinación que conlleva, es la presentación del Calendario del Programa de Confirmación. Esto permite a los jóvenes y a sus familias tener una visión completa del programa de formación, y a nosotros, los catequistas y coordinadores, no tener que inventar sobre la marcha. Añadir o suprimir algo en el calendario será también normal en los próximos meses, pero improvisar no forma parte del programa.


Grupo de padres

¿Cómo pasar de 3 a 50 adolescentes en tu grupo de Confirmación parroquial? LifeTeen: ya en 30 países

Las estadísticas muestran que en España los hijos de familias católicas dejan de ir a misa hacia los doce o trece años. Algunos se reapuntan a la parroquia quizá hacia los 14 o 15 años para celebrar la Confirmación, pero en muchos sitios la mayoría de las Confirmaciones se hacen sólo a través de los colegios católicos. Con este “trámite” cumplido, o al dejar el colegio católico, los sacramentos y la vida cristiana desaparecen del joven.

La catequesis de Confirmación o de adolescentes suele ser en España terriblemente ineficaz:

ni transmite experiencia de fe,
ni enseña contenidos convincentes
ni crea comunidades fuertes.

Para contrarrestarlo, en Estados Unidos nació en 1985 el sistema de oración y formación juvenil LifeTeen, hoy implantado en más de 1.600 parroquias de 30 países. Las dos parroquias veteranas en LifeTeen en España (www.lifeteen.es) son la del Santo Espíritu en Tarrasa (es la catedral de la diócesis) y la parroquia de Cristo Sacerdote en Madrid.

Para conocer esta metodología se puede acudir a esas parroquias o bien aprovechar un evento especial: del 22 al 24 de abril, cuando las calles de Barcelona se llenan de libros y rosas en la hermosa fiesta de Sant Jordi, el presidente y vicepresidente de LifeTeen a nivel mundial, Randy Raus y Steven Allgeyer, acuden al encuentro de LifeTeen Europa en el Seminario de la ciudad condal, un encuentro lleno de talleres y oportunidades de explorar este método.

Para párrocos y catequistas con pasión

LifeTeen invita a acudir a todos los párrocos y catequistas con deseos de formar y evangelizar de forma eficaz a adolescentes de 12 a 17 años, la edad en que los católicos abandonan las parroquias.

Jordi Massegú, laico de 26 años que trabaja en una empresa de marketing, ha estado impulsando LifeTeen en Tarrasa desde hace 4 años, y ha pasado 3 meses en las oficinas de LifeTeen en Estados Unidos.

“Tienen una sede en Mesa, Arizona, donde nació el método, con unos 10 laicos trabajando a tiempo completo, y otra en Atlanta, con otros 10”, detalla. “Son laicos profesionales de su sector –diseño, pedagogía, comunicación, programadores, redes sociales, etc…- que además tienen títulos de teología o catequesis y redactan los materiales, de calidad profesional, que luego usarán las parroquias. LifeTeen funciona como una empresa privada, no pertenece a ninguna diócesis aunque colabora con muchas y ya tiene más de 30 años de experiencia”.

Pasando de 3 jóvenes a 50

“Hace cuatro años, antes de implantar LifeTeen y su rama para chavales más jóvenes, que se llama Edge, teníamos sólo 3 chicos de nuestra parroquia del Sant Esperit de Tarrasa pidiendo la confirmación. Ahora, con Edge, tenemos 50. Este año, que hemos empezado con un grupo completamente nuevo, hicimos un llamamiento a ver cuántos chicos aparecían: 30”, explica Jordi.

La clave está en que los mismos chicos invitan a otros, perseveran e invitan a más porque les gusta. Se sienten comunidad y quieren compartir lo que viven.

Más datos concretos. “Antes nuestra diócesis organizaba unos ejercicios ignacianos para jóvenes adultos y se apuntaban 3. Ahora se apuntan 18, que han pasado por LifeTeen. Y han entrado ya 3 chicos al seminario, fruto de Lifeteen. Si vienes un viernes a la parroquia verás cien jóvenes entre catequistas, chicos de Edge y de LifeTeen. En la cena de Navidad éramos 115 jóvenes”.

LifeTeen cubre sólo la adolescencia y acaba antes de los 18 años. Y deja huella. “Hemos visto jóvenes que han vivido LifeTeen, luego se han alejado de la parroquia y de la vida cristiana, han hecho vida mundana y después han vuelto a contactar con nosotros porque veían que la vida sin Dios, sin oración, sin alabanza, sin comunidad, no les llenaba”, constata Jordi.

Un encuentro especial para aprender

Anima a acudir al encuentro del 22 al 24 de abril en el Seminario de Barcelona a todas las personas con pasión por evangelizar a los jóvenes en la parroquia, especialmente a sacerdotes, a ser posible acompañados de sus catequetistas. Y mejor si traen músicos de la parroquia.

“Es el gran encuentro de LifeTeen Europa que este año se celebra en Barcelona para potenciarlo en España. Presentaremos el método de evangelización, cómo hablar a los jóvenes de hoy, como orar con la música, como implantarlo en parroquias novatas…”, explica Jordi, que quiere ver LifeTeen extenderse por toda España.

Ya hay parroquias usándolo en poblaciones como Rubí, Valldoreix, Sant Cugat (todas en Tarrasa), proyectos en Tenerife y Cádiz, en Valladolid, en Ibiza, en Navarra, grupos ya en Madrid y Getafe…

“En diócesis como Solsona, Urgell o Vic, más rurales, quizá deben organizarse a nivel diocesano para implantar LifeTeen, pero en ciudades medianas y grandes es mejor implantarlo a nivel parroquial para crear comunidades de jóvenes que se apoyan y animan, por ejemplo, a ir juntos a misa, convocados por whatsapp, como ya hemos vivido”.

Jordi Massegú prefiere que las sesiones no se presenten a los chicos ni a las familias como “catequesis de Confirmación”, para que los jóvenes no abandonen tras confirmarse: “Es mejor llamarlo Edge y LifeTeen y que incluya la Confirmación como una actividad más”.

Materiales profesionales redactados y trabajados

Una clave de LifeTeen es que hay muchos textos y fichas profesionales sobre todo tipo de temas (litúrgicos, sociales, polémicos, etc…). “Ya tenemos dos semestres de Edge y uno de LifeTeen traducidos al español, y en EEUU ya han empezado a traducir más materiales”.

Suscribirse para recibir los materiales de LifeTeen cuesta un dinero (recibirlo en papel es más caro que recibir las fichas on-line) pero se entiende que lo pagan entre la parroquia y las familias.

“En España tenemos que aprender a plantearlo como una inversión: gastamos en flores para las parroquias, en cantorales, etc… ¿y no vamos a invertir en evangelizar a los jóvenes? Conozco un joven catequista de Tárrega que compró los materiales de su bolsillo planteándoselo como una inversión, para llegar a los jóvenes”, comenta Massegú.

Es importante, eso sí, que la parroquia que quiera implantar LifeTeen tenga al menos un par de jóvenes cristianos que quieran ejercer ese servicio. Y, a ser posible, que tengan la experiencia en Barcelona o en una de las parroquias que lo imparten, como Cristo Sacerdote en Madrid o Sant Esperit en Tarrasa.

“Queremos que estos evangelizadores y catequistas salgan con fuego y ganas de transformar su parroquia. Verán otro mundo, con música de alabanza y adoración al Santísimo, y el sentir la universalidad de la Iglesia Católica. A Barcelona vendrán los equipos de Holanda y los de Estados Unidos, y sentirán la universalidad de la Iglesia. Y, para finaliza, una visita a la Sagrada Familia de Gaudí. Vale la pena”.

La importancia de ver la música

Otra clave es la música. “El ritmo y la música tocan el corazón y nos acercan a Dios. Además, hoy a los jóvenes no les basta con oír la música, sino que están acostumbrados a verla, a ver vídeos en YouTube, a ver el rostro de la persona que no sólo canta, sino que está rezando con esa música. ¿Damos importancia al catequista? Pues también al músico, porque él también transmite la fe. Impartiremos talleres de cómo tocar y usar esta música. Las fichas de LifeTeen proponen unas canciones concretas, y cada parroquia puede adaptarlo, pero hay una música que, objetivamente, ayuda… Por ejemplo, mi madre, que no sabe inglés, dice que estas canciones le encantan y la ayudan incluso en inglés. Muchas ya están traducidas al español y otras las estamos traduciendo al catalán en Worship.cat. Vale la pena esforzarse en la música”.

Ministerio relacional: no son dos horas a la semana

Otra clave que trata en el encuentro es el “ministerio relacional”, que consiste en “estar encima” del joven, pero sin agobiar, creando un vínculo de amistad para que vea al catequista como alguien en su vida, no como un responsable un par de horas a la semana.

“Como catequista de LifeTeen o de Edge iré a ver jugar a fútbol a los chicos a un partido que les haga ilusión, o a un festival de música donde canten, o donde ellos vayan… Para los chavales eso es importantísimo, en EEUU se hace mucho y en LifeTeen se cuida. Evangelizar es una vocación, un servicio, no es ofrecer solo un par de horas a la semana”.

Massegú destaca la pasión evangelizadora de los ponentes que llegarán de EEUU, que son las dos primeras espadas de LifeTeen: el presidente y el vicepresidente, Randy Raus y Steven Allgeyer, ambos padres de familia, cada uno con 8 hijos.

Los precios, el alojamiento (“es mejor alojarnos juntos en un hostal que hemos reservado, para ser más puntuales y compartir más ratos”) y otros aspectos prácticos del encuentro de abril en Barcelona se pueden consultar en www.lifeteen.es

Lista de temas del encuentro LifeTeen Europe 2016 en Barcelona

-Cómo empezar Life Teen en mi parroquia
-Como preparar una sesión de LifeTeen
-Cómo conseguir un equipo de catequistas
-Cómo dinamizar los grupos pequeños
-Cómo mejorar mis charlas
-Cómo relacionarme con mis jóvenes
-La importancia del “ministerio relacional”
-Cómo hablar a los jóvenes en su lenguaje
-Los jóvenes y las redes sociales
-Cómo crear comunidad de jóvenes
-Eucaristía y música para jóvenes: adoraciones vivenciales
-La misa joven
-Cómo puede rezar mi grupo de jóvenes
-Música que ayude a alabar y a rezar
-Cómo interpretar la música en las Misas y Adoraciones

Un joven de 14 años que no está bautizado quiere confirmarse

Un joven de 14 años que no está bautizado quiere confirmarse

Ocurrió esta semana. Me llamó la coordinadora del programa de confirmación para decirme que teníamos un candidato de 14 años que mostraba mucho interés en recibir el sacramento de la confirmación pero no estaba bautizado.

La coordinadora preguntaba si "el candidato podía inscribirse en el programa de confirmación, participar en las clases, actividades y liturgias con los otros jóvenes y recibir al finalizar el programa el sacramento del bautismo, primera comunión y confirmación en la misma ceremonía".

Era la primera vez que me encontraba con un caso como este en mi parroquia de modo que para evitar improvisar o crear falsas expectativas tanto en la coordinadora como en el candidato y su familia decidí llamar a nuestro arcipreste.

Su respuesta fue clara, de sentido común y ajustada a las normas de nuestra diócesis. El arcipreste me dijo que el programa de confirmación no está preparado para acompañar a un candidato que no ha sido bautizado sino para confirmarle en la fe, promesas y dones que recibió en el bautismo. Por lo tanto, esta persona, no debe estar en el grupo de candidatos para recibir el sacramento de la confirmación sino en el grupo de los catecúmenos que recibirá el bautismo.

Resumen (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1315-1321)

Resumen

1315 "Al enterarse los Apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaría había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo" (Hch 8,14-17).

1316 La Confirmación perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento que da el Espíritu Santo para enraizarnos más profundamente en la filiación divina, incorporarnos más firmemente a Cristo, hacer más sólido nuestro vínculo con la Iglesia, asociarnos todavía más a su misión y ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana por la palabra acompañada de las obras.

1317 La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano un signo espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento sólo se puede recibir una vez en la vida.

1318 En Oriente, este sacramento es administrado inmediatamente después del Bautismo y es seguido de la participación en la Eucaristía, tradición que pone de relieve la unidad de los tres sacramentos de la iniciación cristiana. En la Iglesia latina se administra este sacramento cuando se ha alcanzado el uso de razón, y su celebración se reserva ordinariamente al obispo, significando así que este sacramento robustece el vínculo eclesial.

1319 El candidato a la Confirmación que ya ha alcanzado el uso de razón debe profesar la fe, estar en estado de gracia, tener la intención de recibir el sacramento y estar preparado para asumir su papel de discípulo y de testigo de Cristo, en la comunidad eclesial y en los asuntos temporales.

1320 El rito esencial de la Confirmación es la unción con el Santo Crisma en la frente del bautizado (y en Oriente, también en los otros órganos de los sentidos), con la imposición de la mano del ministro y las palabras: Accipe signaculum doni Spiritus Sancti ("Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo"), en el rito romano; Signaculum doni Spiritus Sancti ("Sello del don del Espíritu Santo"), en el rito bizantino.

1321 Cuando la Confirmación se celebra separadamente del Bautismo, su conexión con el Bautismo se expresa entre otras cosas por la renovación de los compromisos bautismales. La celebración de la Confirmación dentro de la Eucaristía contribuye a subrayar la unidad de los sacramentos de la iniciación cristiana.

El ministro de la Confirmación (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1312-1314)

V. El ministro de la Confirmación

1312 El ministro originario de la Confirmación es el obispo (LG 26).

En Oriente es ordinariamente el presbítero que bautiza quien da también inmediatamente la Confirmación en una sola celebración. Sin embargo, lo hace con el santo crisma consagrado por el patriarca o el obispo, lo cual expresa la unidad apostólica de la Iglesia cuyos vínculos son reforzados por el sacramento de la Confirmación. En la Iglesia latina se aplica la misma disciplina en los bautismos de adultos y cuando es admitido a la plena comunión con la Iglesia un bautizado de otra comunidad cristiana que no ha recibido válidamente el sacramento de la Confirmación (cf CIC can 883,2).

1313 En el rito latino, el ministro ordinario de la Confirmación es el obispo (CIC can. 882). Aunque el obispo puede, en caso de necesidad, conceder a presbíteros la facultad de administrar el sacramento de la Confirmación (CIC can. 884,2), conviene que lo confiera él mismo, sin olvidar que por esta razón la celebración de la Confirmación fue temporalmente separada del Bautismo. Los obispos son los sucesores de los Apóstoles y han recibido la plenitud del sacramento del orden. Por esta razón, la administración de este sacramento por ellos mismos pone de relieve que la Confirmación tiene como efecto unir a los que la reciben más estrechamente a la Iglesia, a sus orígenes apostólicos y a su misión de dar testimonio de Cristo.

1314 Si un cristiano está en peligro de muerte, cualquier presbítero puede darle la Confirmación (cf CIC can. 883,3). En efecto, la Iglesia quiere que ninguno de sus hijos, incluso en la más tierna edad, salga de este mundo sin haber sido perfeccionado por el Espíritu Santo con el don de la plenitud de Cristo.

Quién puede recibir este sacramento (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1306-1311)

IV. Quién puede recibir este sacramento

1306 Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la Confirmación (cf CIC can. 889, 1). Puesto que Bautismo, Confirmación y Eucaristía forman una unidad, de ahí se sigue que "los fieles tienen la obligación de recibir este sacramento en tiempo oportuno" (CIC, can. 890), porque sin la Confirmación y la Eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente válido y eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta.

1307 La costumbre latina, desde hace siglos, indica "la edad del uso de razón", como punto de referencia para recibir la Confirmación. Sin embargo, en peligro de muerte, se debe confirmar a los niños incluso si no han alcanzado todavía la edad del uso de razón (cf CIC can. 891; 893,3).

1308 Si a veces se habla de la Confirmación como del "sacramento de la madurez cristiana", es preciso, sin embargo, no confundir la edad adulta de la fe con la edad adulta del crecimiento natural, ni olvidar que la gracia bautismal es una gracia de elección gratuita e inmerecida que no necesita una "ratificación" para hacerse efectiva. Santo Tomás lo recuerda:

«La edad del cuerpo no prejuzga la del alma. Así, incluso en la infancia, el hombre puede recibir la perfección de la edad espiritual de que habla la Sabiduría (4,8): "La vejez honorable no es la que dan los muchos días, no se mide por el número de los años". Así numerosos niños, gracias a la fuerza del Espíritu Santo que habían recibido, lucharon valientemente y hasta la sangre por Cristo» (Summa theologiae 3, q. 72, a. 8, ad 2).

1309 La preparación para la Confirmación debe tener como meta conducir al cristiano a una unión más íntima con Cristo, a una familiaridad más viva con el Espíritu Santo, su acción, sus dones y sus llamadas, a fin de poder asumir mejor las responsabilidades apostólicas de la vida cristiana. Por ello, la catequesis de la Confirmación se esforzará por suscitar el sentido de la pertenencia a la Iglesia de Jesucristo, tanto a la Iglesia universal como a la comunidad parroquial. Esta última tiene una responsabilidad particular en la preparación de los confirmandos (cf Ritual de la Confirmación, Praenotandos 3).

1310 Para recibir la Confirmación es preciso hallarse en estado de gracia. Conviene recurrir al sacramento de la Penitencia para ser purificado en atención al don del Espíritu Santo. Hay que prepararse con una oración más intensa para recibir con docilidad y disponibilidad la fuerza y las gracias del Espíritu Santo (cf Hch 1,14).

1311 Para la Confirmación, como para el Bautismo, conviene que los candidatos busquen la ayuda espiritual de un padrino o de una madrina. Conviene que sea el mismo que para el Bautismo a fin de subrayar la unidad entre los dos sacramentos (cf Ritual de la Confirmación, Praenotandos 5; Ibíd.,6; CIC can. 893, 1.2).

Los efectos de la Confirmación (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1302-1305)

III. Los efectos de la Confirmación

1302 De la celebración se deduce que el efecto del sacramento de la Confirmación es la efusión especial del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los Apóstoles el día de Pentecostés.

1303 Por este hecho, la Confirmación confiere crecimiento y profundidad a la gracia bautismal:

— nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir "Abbá, Padre" (Rm 8,15).;
— nos une más firmemente a Cristo;
— aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo;
— hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (cf LG 11);
— nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz (cf DS 1319; LG 11,12):

«Recuerda, pues, que has recibido el signo espiritual, el Espíritu de sabiduría e inteligencia, el Espíritu de consejo y de fortaleza, el Espíritu de conocimiento y de piedad, el Espíritu de temor santo, y guarda lo que has recibido. Dios Padre te ha marcado con su signo, Cristo Señor te ha confirmado y ha puesto en tu corazón la prenda del Espíritu» (San Ambrosio, De mysteriis 7,42).

1304 La Confirmación, como el Bautismo del que es la plenitud, sólo se da una vez. La Confirmación, en efecto, imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el "carácter" (cf DS 1609), que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su testigo (cf Lc 24,48-49).

1305 El "carácter" perfecciona el sacerdocio común de los fieles, recibido en el Bautismo, y "el confirmado recibe el poder de confesar la fe de Cristo públicamente, y como en virtud de un cargo (quasi ex officio)" (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q.72, a. 5, ad 2).

La celebración de la Confirmación (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1297-1301)

La celebración de la Confirmación

1297 Un momento importante que precede a la celebración de la Confirmación, pero que, en cierta manera forma parte de ella, es la consagración del santo crisma. Es el obispo quien, el Jueves Santo, en el transcurso de la misa crismal, consagra el santo crisma para toda su diócesis. En las Iglesias de Oriente, esta consagración está reservada al Patriarca:

La liturgia de Antioquía expresa así la epíclesis de la consagración del santo crisma (myron): « [Padre (...) envía tu Espíritu Santo] sobre nosotros y sobre este aceite que está delante de nosotros y conságralo, de modo que sea para todos los que sean ungidos y marcados con él, myron santo, myron sacerdotal, myron real, unción de alegría, vestidura de la luz, manto de salvación, don espiritual, santificación de las almas y de los cuerpos, dicha imperecedera, sello indeleble, escudo de la fe y casco terrible contra todas las obras del Adversario» (Pontificale iuxta ritum Ecclesiae Syrorum Occidentalium id est Antiochiae, Pars I, Versión latina).

1298 Cuando la Confirmación se celebra separadamente del Bautismo, como es el caso en el rito romano, la liturgia del sacramento comienza con la renovación de las promesas del Bautismo y la profesión de fe de los confirmandos. Así aparece claramente que la Confirmación constituye una prolongación del Bautismo (cf SC 71). Cuando es bautizado un adulto, recibe inmediatamente la Confirmación y participa en la Eucaristía (cf CIC can.866).

1299 En el rito romano, el obispo extiende las manos sobre todos los confirmandos, gesto que, desde el tiempo de los Apóstoles, es el signo del don del Espíritu. Y el obispo invoca así la efusión del Espíritu:

«Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad; y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo nuestro Señor» (Ritual de la Confirmación, 25).

1300 Sigue el rito esencial del sacramento. En el rito latino, "el sacramento de la Confirmación es conferido por la unción del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano, y con estas palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo" (Pablo VI, Const. ap. Divinae consortium naturae). En las Iglesias orientales de rito bizantino, la unción del myron se hace después de una oración de epíclesis, sobre las partes más significativas del cuerpo: la frente, los ojos, la nariz, los oídos, los labios, el pecho, la espalda, las manos y los pies, y cada unción va acompañada de la fórmula: Sfragis doreas Pnéumatos Agíou ("Sello del don que es el Espíritu Santo") (Rituale per le Chiese orientali di rito bizantino in lingua greca, Pars I).

1301 El beso de paz con el que concluye el rito del sacramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles (cf San Hipólito Romano, Traditio apostolica, 21).

Los signos y el rito de la Confirmación (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1293-1296)

II. Los signos y el rito de la Confirmación

1293 En el rito de este sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la unción designa e imprime: el sello espiritual.

La unción, en el simbolismo bíblico y antiguo, posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundancia (cf Dt 11,14, etc.) y de alegría (cf Sal 23,5; 104,15); purifica (unción antes y después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y de los luchadores); es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas (cf Is 1,6; Lc 10,34) y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza.

1294 Todas estas significaciones de la unción con aceite se encuentran en la vida sacramental. La unción antes del Bautismo con el óleo de los catecúmenos significa purificación y fortaleza; la unción de los enfermos expresa curación y consuelo. La unción del santo crisma después del Bautismo, en la Confirmación y en la Ordenación, es el signo de una consagración. Por la Confirmación, los cristianos, es decir, los que son ungidos, participan más plenamente en la misión de Jesucristo y en la plenitud del Espíritu Santo que éste posee, a fin de que toda su vida desprenda "el buen olor de Cristo" (cf 2 Co 2,15).

1295 Por medio de esta unción, el confirmando recibe "la marca", el sello del Espíritu Santo. El sello es el símbolo de la persona (cf Gn 38,18; Ct 8,9), signo de su autoridad (cf Gn 41,42), de su propiedad sobre un objeto (cf. Dt 32,34) —por eso se marcaba a los soldados con el sello de su jefe y a los esclavos con el de su señor—; autentifica un acto jurídico (cf 1 R 21,8) o un documento (cf Jr 32,10) y lo hace, si es preciso, secreto (cf Is 29,11).

1296 Cristo mismo se declara marcado con el sello de su Padre (cf Jn 6,27). El cristiano también está marcado con un sello: "Y es Dios el que nos conforta juntamente con vosotros en Cristo y el que nos ungió, y el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones" (2 Co 1,22; cf Ef 1,13; 4,30). Este sello del Espíritu Santo, marca la pertenencia total a Cristo, la puesta a su servicio para siempre, pero indica también la promesa de la protección divina en la gran prueba escatológica (cf Ap 7,2-3; 9,4; Ez 9,4-6).

Dos tradiciones: Oriente y Occidente (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1290-1292)

Dos tradiciones: Oriente y Occidente

1290 En los primeros siglos la Confirmación constituye generalmente una única celebración con el Bautismo, y forma con éste, según la expresión de san Cipriano (cf Epistula 73, 21), un "sacramento doble". Entre otras razones, la multiplicación de los bautismos de niños, durante todo el tiempo del año, y la multiplicación de las parroquias (rurales), que agrandaron las diócesis, ya no permite la presencia del obispo en todas las celebraciones bautismales. En Occidente, por el deseo de reservar al obispo el acto de conferir la plenitud al Bautismo, se establece la separación temporal de ambos sacramentos. El Oriente ha conservado unidos los dos sacramentos, de modo que la Confirmación es dada por el presbítero que bautiza. Este, sin embargo, sólo puede hacerlo con el "myron" consagrado por un obispo (cf CCEO, can. 695,1; 696,1).

1291 Una costumbre de la Iglesia de Roma facilitó el desarrollo de la práctica occidental; había una doble unción con el santo crisma después del Bautismo: realizada ya una por el presbítero al neófito al salir del baño bautismal, es completada por una segunda unción hecha por el obispo en la frente de cada uno de los recién bautizados (cf San Hipólito Romano, Traditio apostolica, 21). La primera unción con el santo crisma, la que daba el sacerdote, quedó unida al rito bautismal; significa la participación del bautizado en las funciones profética, sacerdotal y real de Cristo. Si el Bautismo es conferido a un adulto, sólo hay una unción postbautismal: la de la Confirmación.

1292 La práctica de las Iglesias de Oriente destaca más la unidad de la iniciación cristiana. La de la Iglesia latina expresa más netamente la comunión del nuevo cristiano con su obispo, garante y servidor de la unidad de su Iglesia, de su catolicidad y su apostolicidad, y por ello, el vínculo con los orígenes apostólicos de la Iglesia de Cristo.

La Confirmación en la Economía de Salvación (Catecismo de la Iglesia Católica, nn.1286-1289)

I. La Confirmación en la Economía de la salvación

1286 En el Antiguo Testamento, los profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría sobre el Mesías esperado (cf. Is 11,2) para realizar su misión salvífica (cf Lc 4,16-22; Is 61,1). El descenso del Espíritu Santo sobre Jesús en su Bautismo por Juan fue el signo de que Él era el que debía venir, el Mesías, el Hijo de Dios (Mt 3,13-17; Jn 1,33- 34). Habiendo sido concedido por obra del Espíritu Santo, toda su vida y toda su misión se realizan en una comunión total con el Espíritu Santo que el Padre le da "sin medida" (Jn 3,34).

1287 Ahora bien, esta plenitud del Espíritu no debía permanecer únicamente en el Mesías, sino que debía ser comunicada a todo el pueblo mesiánico (cf Ez 36,25-27; Jl 3,1-2). En repetidas ocasiones Cristo prometió esta efusión del Espíritu (cf Lc 12,12; Jn 3,5-8; 7,37-39; 16,7-15; Hch 1,8), promesa que realizó primero el día de Pascua (Jn 20,22) y luego, de manera más manifiesta el día de Pentecostés (cf Hch 2,1-4). Llenos del Espíritu Santo, los Apóstoles comienzan a proclamar "las maravillas de Dios" (Hch 2,11) y Pedro declara que esta efusión del Espíritu es el signo de los tiempos mesiánicos (cf Hch 2, 17-18). Los que creyeron en la predicación apostólica y se hicieron bautizar, recibieron a su vez el don del Espíritu Santo (cf Hch 2,38).

1288 "Desde [...] aquel tiempo, los Apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, comunicaban a los neófitos, mediante la imposición de las manos, el don del Espíritu Santo, destinado a completar la gracia del Bautismo (cf Hch 8,15-17; 19,5-6). Esto explica por qué en la carta a los Hebreos se recuerda, entre los primeros elementos de la formación cristiana, la doctrina del Bautismo y de la la imposición de las manos (cf Hb 6,2). Es esta imposición de las manos la que ha sido con toda razón considerada por la tradición católica como el primitivo origen del sacramento de la Confirmación, el cual perpetúa, en cierto modo, en la Iglesia, la gracia de Pentecostés" (Pablo VI, Const. apost. Divinae consortium naturae).

1289 Muy pronto, para mejor significar el don del Espíritu Santo, se añadió a la imposición de las manos una unción con óleo perfumado (crisma). Esta unción ilustra el nombre de "cristiano" que significa "ungido" y que tiene su origen en el nombre de Cristo, al que "Dios ungió con el Espíritu Santo" (Hch 10,38). Y este rito de la unción existe hasta nuestros días tanto en Oriente como en Occidente. Por eso, en Oriente se llama a este sacramento crismación, unción con el crisma, o myron, que significa "crisma". En Occidente el nombre de Confirmación sugiere que este sacramento al mismo tiempo confirma el Bautismo y robustece la gracia bautismal.

Catecismo de la Iglesia Católica, n.1285

2ª PARTE: LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO
2ª SECCIÓN: LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
CAPÍTULO 1º: LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA

ARTÍCULO 2: EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

1285 Con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los "sacramentos de la iniciación cristiana", cuya unidad debe ser salvaguardada. Es preciso, pues, explicar a los fieles que la recepción de este sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal (cf Ritual de la Confirmación, Prenotandos 1). En efecto, a los bautizados "el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma quedan obligados aún más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras" (LG 11; cf Ritual de la Confirmación, Prenotandos 2):